Hoy debo confesar que Rodolfo David, me llena de alegría, todas las mañanas se despierta con una sonrisa que me quedaría horas mirando, es feliz, lo presiento, lo sé; sus logros me conmueven y aprendo con él a ser madre nuevamente, porque es distinto a las veces anteriores. Lo mejor de todo, es que él me demuestra que no debo tener miedo, que las cosas se van resolviendo de una u otra manera, que hay muchas cosas que va a disfrutar, y va a poder realizar; hay otras que no, pero yo me concentro en las que sí puede realizar par alcanzar su felicidad.
Deseo y quiero para él, felicidad, que pueda crecer en mente, cuerpo y espíritu, sí, quiero las tres cosas porque sé que, como persona que es, tiene todos los atributos; no quiero un camino liso y llano, quiero todas las lágrimas y risas que tiene una vida bien vivida, quiero que disfrute del amor y cariño de todas su familia.
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